lunes, 29 de marzo de 2010

La guerra absurda

Una vez instalada la última dictadura militar argentina, y con ella el terrorismo de Estado y la represión más feroz, los parámetros de la controversia por Malvinas cambiarían para siempre. Pero no era el nacionalismo soberanista lo que llevó a la dictadura a tomar las islas por la fuerza.
El Gobierno dictatorial llevaba ya seis años, y el desgaste social se hacía notar. La crisis económica se profundizaba, los efectos de las violaciones de los derechos humanos ya no se podían callar y los sindicatos y partidos políticos presionaban para volver a la vida pública con libertad. El dictador Leopoldo Galtieri, representante del ala dura del Ejército que había saboteado al Gobierno previo del general Roberto Viola por sus intentos «aperturistas», necesitaba de un batacazo político para poder legitimar nuevamente un proceso que llegaba a su ocaso. Galtieri y los halcones de las Fuerzas Armadas argentinas, haciendo gala de su inteligencia perversa, creyeron ver en la ocupación de las Malvinas esa oportunidad para darle oxígeno a su dictadura.
Así fue como en la noche del 1 de abril y en la madrugada del día 2, fuerzas argentinas coparon el archipiélago. Rebautizaron la capital Port Stanley con el nombre de Puerto Argentino y echaron al gobernador nombrado por Londres y ubicaron en su lugar al General Menéndez. Si bien la insólita jugada tomó por sorpresa al Gobierno de Margaret Thatcher, la reacción no se hizo esperar. Paradójicamente, la invasión fortaleció efímeramente a los dictadores argentinos durante unas semanas, pero consolidó el Gobierno neoconservador de Thatcher, gracias a lo cual puedo fortalecer su tambaleante administración y perdurar más en el cargo.
A pesar de que la diplomacia militar argentina creía contar con una alianza sólida con Estados Unidos (en parte por la colaboración que prestaba en Centroamérica para capacitar a fuerzas parapoliciales en tácticas de terrorismo de Estado), tanto Washington como la mayoría de la comunidad internacional apoyó a Gran Bretaña. Argentina contó solamente con un tibio apoyo de los países no alineados y de América Latina, excepto de Chile.
La batalla entre una de las potencias militares y nucleares del mundo y unas fuerzas argentinas improvisadas, poco profesionales y afectadas por décadas de peleas internas fue, como era de suponer, notoriamente desigual. Las tropas argentinas que fueron a las Malvinas estaban mayoritariamente integradas por jóvenes que, en ese momento, realizaban el servicio militar obligatorio, menores de 20 años y, en su mayoría, provenientes de las cálidas y pobres provincias norteñas. En contrarse en un inesperado conflicto armado luchando contra un enemigo profesional y en un territorio inhóspito y helado no los favoreció.
El ánimo popular de la sociedad argentina varió, a lo largo de la guerra, desde un triunfalismo inicial hasta llegar a implorar la paz, durante la visita al país del papa Juan Pablo II, el 11 y 12 de junio de 1982.
El optimismo insensato de los comunicados oficiales del Gobierno y, peor aún, el de los medios de comunicación, había convencido a la mayoría de la población de que la victoria estaba asegurada.
El 15 de junio, Galtieri convocó al pueblo a la Plaza de Mayo de Buenos Aires para informar sobre la capitulación de las tropas, convocatoria que terminó en una fuerte represión a los manifestantes. El conocimiento de la dura realidad precipitaría la caída de la dictadura. Tampoco le ayudaron los dudosos manejos del dinero público y del destino de las donaciones voluntarias de la sociedad para financiar la guerra y proteger a los combatientes, quienes volvieron en su mayoría desnutridos y descuidados. El dictador Galtieri se vio obligado a renunciar y asumió Reynaldo Bignone, quien conduciría, finalmente, el proceso dictatorial a la democracia, tras 30.000 desaparecidos, miles de exiliados, una economía quebrada y una sociedad incrédula.

 Los medios de la época...



Te dejamos algunos video para reflexionar...

La deuda interna

La guerra mató a 649 argentinos en las islas. Dejó miles de mutilados y afectados psicológicamente. Malvinas llenó de vergüenza a la sociedad y ésta no pudo contener a sus héroes de guerra, en su mayoría, menores de 20 años. La deuda histórica con ellos evidentemente no fue saldada. Basta con apreciar una apabullante cifra: Si bien no hay datos oficiales, los ex combatientes alertan de que más de 350 compañeros se suicidaron. Incluso hay quienes afirman que ya son 454 los que se quitaron la vida, más de la mitad de los muertos durante la propia guerra.
Una pequeña revancha:

miércoles, 24 de marzo de 2010

24 de marzo

lunes, 22 de marzo de 2010

La dictadura militar en Argentina

El 24 de marzo de 1976 ocurrió lo que muchos esperaban: Isabel Perón fue detenida y trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes asumió el poder, integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti. Designó como presidente de facto a Jorge Rafael Videla. Dispuso que la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea compondrían el futuro gobierno con igual participación. Comenzó el audodenominado "Proceso de Reorganización Nacional". José Martínez de Hoz fue designado ministro de Economía y, el 2 de abril, anunció su plan para contener la inflación, detener la especulación y estimular las inversiones extranjeras. La gestión de Martínez de Hoz, en el contexto de la dictadura en que se desenvolvió, fue totalmente coherente con los objetivos que los militares se propusieron. Durante este período, la deuda empresaria y las deudas externas pública y privada se duplicaron. La deuda privada pronto se estatizó, cercenando aún más la capacidad de regulación estatal. Con ese clima económico, la Junta Militar impuso el terrorismo de Estado que, fuera de enfrentar las acciones guerrilleras, desarrolló un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular. El régimen militar puso en marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas: políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la población mediante el terror de Estado para instaurar terror en la población y así imponer el "orden", sin ninguna voz disidente. Se inauguró el proceso autoritario más sangriento que registra la historia de nuestro país. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales y otros fueron secuestrados, asesinados y "desaparecieron". Mientras tanto, mucha gente se exilió.

jueves, 11 de marzo de 2010

Algunos consejos para Internet

Nunca chatees con desconocidos, no importa que sean chicos o adultos. No te fíes de datos de desconocidos, ya sean fotos, domicilios, teléfonos, mails, etc., ni les suministres este tipo de datos tuyos o de tu familia. No vayas a ningún lado con nadie que no conozcas. Aunque lo conozcas de hace mucho por Internet, sus datos o fotos, edad, etc. podrían no ser reales. Nunca te encuentres con nadie que hayas conocido por Internet, ni lo recibas en tu casa sin ir con tus padres, o si no están ellos en casa. Nunca entres a sitios inseguros de Internet o que ofrezcan contenidos no aptos para chicos. No descargues programas, juegos o videos de Internet a tu PC de fuentes no confiables No abras correos o adjuntos, ni instales servicios de Internet que no conozcas. Nunca suministres tus datos personales, ni cuentas bancarias, domicilio o teléfono por Internet ya sean tuyos o de tus familiares. No reenvíes correos indiscriminadamente. No suministres datos de tu escuela actual, gustos, hobbies, clubes, etc en sitios que puedan ser compartidos como desconocidos. Ten mucho cuidado con la información que compartes a través de redes sociales. Siempre consulta con tus padres o familiares de confianza ante cualquier duda. No te cites para encontrarte con nadie, ni aún con amigos, sin el conocimiento de tus padres o familiares a cargo. Divertite por Internet, pero ante todo sé prevenido y úsalo con seguridad y responsabilidad.

lunes, 8 de marzo de 2010

viernes, 5 de marzo de 2010

De Vídeos exportados